Renaissance y Cowboy Carter: la trilogía incompleta de Beyoncé 🐝🎶

Renaissance y Cowboy Carter: la trilogía incompleta de Beyoncé 🐝🎶

Renaissance y Cowboy Carter: la trilogía incompleta de Beyoncé 🐝🎶

Ella no lanza discos, lanza declaraciones. Renaissance (2022) y Cowboy Carter (2024) son más q música: son capítulos de una historia en construcción. 🧵👇

1- Todo empezó con un mensaje en Renaissance: “Act I”. Beyoncé dejó claro que esto era solo el principio. Un disco que nos llevó a la pista de baile, pero también a la historia del house, el voguing y la cultura queer negra. Puro homenaje, puro fuego.

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2- Renaissance no tenía videoclips, pero no los necesitó. Cada track era una experiencia, un tributo a los sonidos que marcaron la cultura ballroom. House, disco, funk. Un viaje por décadas de resistencia y celebración, con Beyoncé como guía.

3- Pero el Act II no fue lo que nadie esperaba. Cowboy Carter no vino a darnos más pop ni más house. Beyoncé se metió de lleno en la historia de la música country, pero no para adaptarse, sino para reescribir las reglas.

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5- De Texas Hold 'Em a Jolene, cada tema de Cowboy Carter es un statement. Beyoncé no pide permiso, toma lo que siempre le perteneció. El country nunca sonó tan global, tan moderno, tan suyo.

6- Renaissance empieza con I’m That Girl, un arranque oscuro, desafiante, con un beat minimalista. Beyoncé no avisa, domina desde el primer segundo.

7-Cozy es la seguridad de quien ya no pide permiso. Beat hipnótico, groove pegajoso y un mensaje claro: el orgullo no se negocia.

Alien Superstar es pura arrogancia de otro planeta. Electrónica futurista, spoken word y la confirmación de que Beyoncé es inalcanzable.

8-Cuff It es el hit de la fiesta. Funk ochentoso, energía imparable y esa sensación de estar en la mejor noche de tu vida.

Break My Soul trajo de vuelta el house de los 90, pero con un mensaje de liberación laboral y emocional. Si no te hizo bailar, chequeate el pulso.

9-Pure/Honey es un tributo al ballroom. House, voguing, actitud. La realeza queer en forma de canción.

Cierra con Summer Renaissance, sampleando a Donna Summer. La historia del dance cierra con quien lo empezó. Puro círculo perfecto.

10-Dos años después, el Act II llega con Cowboy Carter. Nada de más pop, nada de más house. Beyoncé reescribiendo el country con su propia voz.

11- Texas Hold ‘Em es country, sí, pero con el sello Beyoncé. Banjo, un beat irresistible y el poder de transformar un género entero en tendencia global.

12- Blackbird toma a The Beatles y lo resignifica. No es solo un cover, es un statement sobre la historia negra en la música country.

Jolene no suplica, amenaza. Beyoncé no es la narradora sufrida, es la que pone los límites. Dolly Parton aprobó y todo.

13- II Most Wanted con Miley Cyrus es pura nostalgia. Dos voces, una balada triste, un himno instantáneo.

Spaghettii juega con el country y el hip-hop. La experimentación al palo, demostrando que Beyoncé no está jugando, está innovando.

14- Amen cierra el disco con un aire gospel, pero deja algo claro: la historia no terminó. Falta el Act III.

Nadie sabe qué va a ser el tercer capítulo, pero una cosa es segura: Beyoncé siempre va un paso adelante y cuando llegue, el mundo va a tener que ponerse al día.

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